¿Qué es el consumo responsable? ¿Qué significa consumir responsablemente?
Definir el consumo responsable no es sencillo, pues se refiere a un conjunto de cuestiones de muy diversa índole. Desde luego, el consumo responsable requiere necesariamente de ser un hecho consciente y crítico, que tenga en cuenta diferentes aspectos como las implicaciones éticas, sociales, laborales, económicas y ambientales de las compras. El continuo auge de las compras online ha puesto el consumo responsable en el centro del debate, ya que este canal de venta facilita y amplifica las compras, además de añadir nuevos elementos a los procesos de compra, sobre todo en lo vinculado a la logística y los envíos.
En el estudio Consumo seguro y responsable: análisis del comportamiento juvenil en España, desarrollado por el Centro Reina Sofía de Fad Juventud con la colaboración de Amazon, se pregunta a la población adolescente y joven española sobre su relación con las compras online, poniendo el foco en su forma de entender y experimentar el consumo responsable y el consumo seguro. En este sentido, más allá de poder comprobar que las compras online se han extendido y naturalizado pese a que la mayoría de jóvenes sigue prefiriendo la compra presencial —para 1 de cada 4 jóvenes es indistinto el canal de compra—, es interesante ver que hay mucha preocupación por las implicaciones medioambientales que puede tener la compra online.
Los resultados de esta investigación refuerzan lo que ya se ha comprobado en otros estudios de Fad Juventud, la preocupación generalizada ante el medioambiente y el cambio climático entre la juventud. Adolescentes y jóvenes se muestran ampliamente conscientes del impacto medioambiental que tiene el consumo y hay una alta proporción que cree que el consumo digital puede afectar negativamente al medioambiente —por ejemplo, por el aumento de emisiones contaminantes del transporte o el exceso de residuos que generan los embalajes—. Junto a esta idea, casi la mitad de jóvenes afirma que suele esperar y agrupar pedidos en compras online para contaminar menos en los envíos (49,6%) e incluso 1 de cada 3 afirma que intenta reducir las compras online para reducir el impacto ambiental o la contaminación (33,8%). Esta sensibilidad hacia el impacto ambiental de las acciones humanas se observa en que, de forma general, la juventud ha incorporado muchas prácticas de consumo ligadas a la sostenibilidad y el consumo responsable, principalmente el ahorro de agua y el intento de alargar la vida útil de los productos, prácticas aceptadas por la mayoría, al igual que otras prácticas muy generalizadas como reducir los artículos desechables, usar la calefacción o el aire acondicionado solo lo estrictamente necesario, gastar más en productos que ofrecen una mayor durabilidad e intento de reducir los residuos del hogar y separarlos para reciclar.
En fechas como estas se ponen de manifiesto estas problemáticas, pues los eventos de consumo masivo como el Black Friday, el Cyber Monday o las fiestas de Navidad incrementan exponencialmente las compras a través de internet, que implican un elevado consumo de materias primas, de agua potable y de consumo de energía. Por eso es tan importante gestionar de forma más consciente y responsable este tipo de compras —así surgen campañas como el Green Friday—.
¿Qué es el consumo responsable para la juventud?
En cuanto a lo que piensan sobre lo que significa consumir responsablemente, destacan tres aspectos como los más importantes: el aprovechamiento y evitación del desperdicio (evitar tirar comida) (34,9% piensa que es un aspecto clave del consumo responsable), la reducción del consumo de plásticos y productos desechables (28,3%) y el reciclaje (27,3%). Le siguen otros elementos como el ahorro en el consumo de energía, comprar productos duraderos y la reutilización y reparación de productos. Es decir, aunque el consumo responsable depende de muchos factores, los aspectos que más importancia tienen para la juventud son las implicaciones ambientales y lo que tiene que ver con la sostenibilidad.
¿Son responsables en sus formas de consumir?
Los y las jóvenes se autoperciben de forma general como bastante responsables en su consumo, aunque de forma moderada; la responsabilidad media se sitúa en 6,1 en una escala de 0 a 10, donde 0 es un consumo nada responsable y 10 es totalmente responsable. También, la mitad (48,2%) afirma que tiene una responsabilidad alta en su consumo.
Si pensamos en perspectiva de género, las mujeres se autoperciben más responsables, sobre todo porque hay muy pocas mujeres que crean que consuman de forma poco responsable (8,9% reconoce consumir irresponsablemente, frente al 17,9% de hombres). En cuanto al análisis por edad, se observa que según aumenta la edad aumenta también la responsabilidad autopercibida. Quienes más se acercan a la adolescencia sienten que son menos responsables y quienes también dudan más de su posicionamiento al respecto. La relación de este grupo etario más joven con el consumo es muy diferente al resto, pues no son plenamente dueños y dueñas de su consumo, además de que no suelen estar emancipados o emancipadas ni tener trabajo estable, por lo que su poder adquisitivo es bajo, lo que supone una barrera destacable a la hora de pensar en sus decisiones de compra y en desempeñar un consumo responsable.
Llevar un consumo responsable parece algo deseable, incluso intencional para gran parte de la juventud, aunque cuando hablamos de consumir responsablemente, es necesario destacar que hay barreras para llevarlo a cabo, al menos así lo destacan los y las jóvenes. De forma generalizada, la juventud advierte que es complejo consumir responsablemente, aunque también defiende que le interesa hacerlo y es deseable. Destacan varias barreras que hacen difícil alcanzar dicha responsabilidad en el consumo, principalmente que se percibe como demasiado caro (para el 32,8%), supone un alto nivel de sacrificio (31,4%) y hay falta de información para saber hacerlo (27,1%).
Una problemática que arrojan estos resultados de este estudio y que conviene tener en cuenta es que, en cierta manera, el consumo responsable no es para todo el mundo o, cuando menos, no es igual de accesible para todas las personas. Ya sea por posibilidades o por intereses, por sufrir carencias materiales, tener un bajo nivel de estudios, residir en zonas rurales o vivir en soledad bajan la autopercepción de responsabilidad en el consumo. Esta idea sobre el propio consumo no surge de la nada, sino que se basa en las vivencias, las prácticas y las actitudes reales de consumo que realizan estos y estas jóvenes, que no siempre se sustentan en la querencia por la búsqueda de la responsabilidad, sino que el consumo responsable viene lastrado por necesidades y barreras concretas.