
Actualmente, la población joven en nuestro país ha sufrido las consecuencias de la crisis económica en etapas distintas de su trayectoria vital. Para unos pudo suponer el abandono de estudios superiores, para otros la búsqueda infructuosa de su primer empleo, para otros la pérdida del empleo, o el retraso de la emancipación y formación de una familia. Estas situaciones pueden tener consecuencias relevantes en la salud mental, y en los hábitos de la población joven con potenciales efectos acumulativos que condicionarán su vida adulta. Conocer los efectos de la crisis y la austeridad en la salud (física, mental, hábitos y riesgos) de los jóvenes de 18 a 34 años es fundamental. Nuestro proyecto defiende además que estos efectos no tienen lugar en el vacío. Solo entendiendo mejor cómo interactúan en este colectivo los determinantes de la salud y el peso de factores como entorno, capital social, familia, escuela, trabajo, ocio y medios de comunicación podemos diseñar políticas correctivas, tanto universales como específicas, que tengan el doble objetivo de (i) mejorar la salud y los hábitos saludables de este los jóvenes, y (ii) corregir las desigualdades sociales ante la salud.